El Valle de Olum volvió a ser escenario de tensión y dramatismo este domingo, cuando una pareja de vecinos de Ushuaia fue arrastrada y enterrada por una avalancha de nieve. El accidente ocurrió cerca de las 16 horas, cuando ambos caminaban por la montaña y una placa de nieve se desprendió a pocos metros de su destino. Milagrosamente, salieron ilesos gracias a un operativo de rescate que combinó rapidez, pericia y trabajo en equipo.

El aviso fue dado por Alfonso Lavado, especialista en montaña que se encontraba en la zona junto a un compañero. Al observar la emergencia, alertó de inmediato a la Comisión de Auxilio. Mientras se organizaba el protocolo terrestre, una aeronave de la empresa Heliushuaia —que colabora habitualmente en este tipo de situaciones— sobrevoló el área y logró ubicar con precisión el punto del siniestro.

Pero fueron los propios andinistas quienes primero actuaron: al ver una mano sobresaliendo de la nieve, comenzaron a cavar desesperadamente hasta liberar a la pareja. Minutos más tarde, un helicóptero aterrizó con dos rescatistas que asistieron a los afectados y los trasladaron a la ciudad, donde fueron atendidos por personal del Hospital Regional. Ambos estaban físicamente bien, aunque muy afectados emocionalmente.

Este nuevo episodio vuelve a encender las alarmas sobre la seguridad en zonas de montaña durante el invierno. Ya hubo otros antecedentes graves, como el rescate de dos andinistas en 2020 en el Glaciar Martial y otro desprendimiento en 2022 en Monte Cinco Hermanos. La creciente frecuencia de estos incidentes plantea la necesidad de redoblar las medidas de prevención y concientización.

Gracias a la coordinación entre montañistas, rescatistas y pilotos especializados, el paseo de una tarde no se transformó en una tragedia. Pero el susto vivido en el Valle de Olum quedará como una advertencia sobre los riesgos que esconde la belleza de la naturaleza fueguina.