jueves 14 de agosto de 2025 - Edición Nº3430
La Contratapa TDF » Locales » 9 ago 2025

política

Pablo Blanco votó superpoderes para Milei y ahora pide proteger a Tierra del Fuego: ¿hipocresía o cálculo político?

El senador radical apoyó la delegación de facultades extraordinarias al Ejecutivo nacional, pese a advertir antes que nunca lo haría. Ahora pide que en el Congreso haya representantes que “defiendan a Tierra del Fuego” frente a las políticas de ese mismo Ejecutivo.


Blanco y sus contradicciones: votó a favor de poderes extraordinarios a Milei y ahora exige que se defienda Tierra del Fuego

 

El senador Pablo Daniel Blanco —representante radical de Tierra del Fuego— ha generado una polémica creciente tras mostrar posturas encontradas que inquietan por su coherencia.

 

En julio de 2025, Blanco avaló la delegación de facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo, conocidas como “superpoderes”, lo que generó fuertes críticas entre sectores de su provincia. Hasta pocos días antes, había manifestado públicamente una firme negativa, afirmando: “No voté delegación de facultades al gobierno anterior y no se las daré a este gobierno porque no me genera confianza.” Pero tras la votación, justificó el giro señalando que el proyecto modificó puntos clave que beneficiaban a Tierra del Fuego, como la protección del régimen industrial y medidas específicas para mantener empresas como Aerolíneas Argentinas y Correo Argentino  .

 

Pese al volantazo que desencadenó demandas de “traición” desde diversos sectores, Blanco lo defendió como un acto necesario y democrático, impulsado por negociaciones que, dijo, resultaron en condiciones favorables para la provincia  .

 

Pero lo paradójico llega ahora: mientras votó a favor de empoderar al Ejecutivo de forma excepcional, hoy exige que en el Senado “vayan personas que defiendan un proyecto de Tierra del Fuego como provincia”, que no se limiten a levantar la mano políticamente, sino que protejan sus intereses   .

 

El problema no es solo el cambio de postura, sino que una medida como la delegación de superpoderes no es menor: implica flexibilizar imágenes republicanas y abre la puerta a decisiones concentradas sin debates. Ahora, justamente quienes fueron electos para defender a la provincia, levantan la bandera de la defensa local… luego de validar excesos institucionales.

 

Más allá de su derecho a cambiar de opinión, queda en evidencia una incoherencia entre, por un lado, fortalecer al Ejecutivo —incluso en contra de su propio discurso previo— y, por otro, reclamar hoy una representación defensiva y leal con la provincia. El contrasentido es claro: para exigir defensa autonómica, primero debe predicarse con principios.

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