La ciudad de Río Grande volvió a conmocionarse este jueves, luego de confirmarse el fallecimiento de Alberto Scariot, de 40 años, quien permanecía internado en estado crítico en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional. Scariot había sido brutalmente atacado a puñaladas junto a su hijo durante la madrugada del lunes, en una vivienda del barrio Los Cisnes.

El hombre ingresó al hospital con un cuadro de extrema gravedad: más de diez heridas punzocortantes que afectaron ambos pulmones y le provocaron neumotórax, profundos cortes en los brazos, una seria lesión craneal en la zona temporoparietal derecha y múltiples daños en la columna cervical y dorsal. Pese a los esfuerzos médicos y al soporte intensivo, su evolución se tornó irreversible y finalmente murió este jueves por la tarde.

Con este desenlace, la situación judicial del único acusado, Fernando Aarón Moreira, de 22 años, cambia de manera contundente. Tras haber sido imputado inicialmente por tentativa de homicidio en concurso real con lesiones leves, la causa deberá ser recalificada a homicidio agravado, lo que implicará una pena sensiblemente más alta.

Según averiguaciones realizadas por Crónicas Fueguinas, la Policía continúa trabajando sobre varias líneas investigativas. Entre ellas, la búsqueda del arma blanca utilizada en el ataque —que aún no fue localizada— y el análisis del vehículo en el que Moreira habría escapado tras la agresión.

El caso permanece bajo la órbita de la Jueza de Instrucción Nº 3, Dra. Cecilia Cataldo, con la intervención del fiscal Ariel Pinno, quienes evaluarán en las próximas horas nuevas medidas procesales para avanzar en el esclarecimiento del hecho.