La conducción nacional de la CGT expresó su rechazo absoluto a la reforma laboral enviada por el Gobierno al Congreso, al señalar que el país atraviesa un escenario “empobrecido, sin inversión económica y con un industricidio en marcha”. La central obrera advirtió que el proyecto “promueve la precarización” y se debatirá “entre gallos y medianoche” sin la participación de los trabajadores.

Los cosecretarios generales Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Octavio Argüello encabezaron una conferencia de prensa tras una extensa reunión en la sede de Azopardo. Allí confirmaron que el jueves próximo, a las 15, realizarán una gran movilización a Plaza de Mayo, anticipando que será “contundente”.

Sola remarcó que la CGT “se opone punto por punto” a la reforma, y adelantó un plan de acción que incluye llevar su postura a legisladores, gobernadores y a las 80 delegaciones regionales del país para unificar el rechazo. Además, anunció que la central acudirá a la Justicia para pedir la inconstitucionalidad de varios artículos del proyecto “por vulnerar principios esenciales del derecho laboral”.

Mientras el Gobierno busca un tratamiento exprés en el Senado, la CGT insistió en que cualquier discusión sobre el trabajo debe realizarse “con acuerdo y con todos los sectores sentados en la mesa”, algo que, aseguran, no está ocurriendo.