La Legislatura de Tierra del Fuego aprobó por mayoría un nuevo marco regulatorio que habilita la producción de salmones y otros peces en aguas continentales y marítimas de jurisdicción provincial, marcando un cambio significativo en la normativa que regía desde hace cuatro años la actividad acuícola.

La ley mantiene la prohibición de la salmonicultura en el Canal Beagle, en el tramo comprendido entre la frontera con Chile y Cabo San Pío, pero autoriza el cultivo y producción de salmónidos en el resto de las aguas provinciales, tanto marítimas como continentales. De este modo, se abre una nueva etapa para el desarrollo de la acuicultura como actividad productiva en la provincia.

La iniciativa fue impulsada por el oficialismo y logró el acompañamiento de legisladores de distintos bloques, entre ellos FORJA, PJ, La Libertad Avanza, Sumemos Tolhuin y Provincia Grande. Desde el Ministerio de Producción y Ambiente estimaron que la nueva regulación podría generar alrededor de 2.500 puestos de trabajo, fortaleciendo la diversificación de la economía fueguina.

Durante el debate legislativo se expresaron posturas críticas desde algunos sectores que plantearon objeciones jurídicas, políticas y ambientales, aunque esos argumentos no alcanzaron para frenar la aprobación del proyecto. También quedaron expuestas diferencias internas en bloques mayoritarios, con votos en disidencia.

En la misma sesión, la Legislatura aprobó por unanimidad un régimen de regularización de deudas tributarias, reclamado por el sector productivo, y ratificó por amplia mayoría la ley orgánica del Registro Civil, que incorpora el registro de defunciones fetales.

Con esta decisión, Tierra del Fuego redefine el esquema normativo de la acuicultura y habilita la producción de salmones y otras especies como una nueva actividad económica, bajo un marco regulado y con restricciones territoriales específicas.