Veronica Caceres, inició una campaña para recolectar firmas en la ciudad y de esta manera dar lugar al Ministerio de Educación de Nación y a la Secretaria nacional de niñez, adolescencia y familia, para que actúen en el caso de su hijo de 13 años que fue víctima de bulling en el Colegio Haspen de Río Grande. 

La iniciativa surgió luego de acercarse a la Comisaria de familia, ubicada en El Barrio Intevu y enterarse para su sorpresa que perdieron la denuncia. 

La novedad surgió cuando la mujer se acercó al juzgado para averiguar como avánzaba la causa de su hijo, ya que según creyó, desde el juzgado iban a ordenar de “prohibición de acercamiento” para evitar que su hijo vuelva a sufrir otro ataque.  Sin embargo, para su sorpresa, desde el juzgado le dijeron que “nunca llegó desde la policía ninguna denuncia”. 

Con esta novedad, Veronica se fue a la Comisaria de Familia: 

“Fui a la comisaría de Género y Familia y me pidieron disculpas que no hay denuncia que nunca me tomaron la denuncia” relató con incredulidad. 

No conforme con la respuesta, Veronica reclamó que debería haber una constancia o alguien que verifique que ella efectivamente hizo al denuncia, y la respuesta la dejó aun mas perpleja, “en la policía me dijeron que no tienen cámaras de seguridad, que aseguren que estuve ahí, pero yo si estuve ahí. Estuve un montón de tiempo sentada pensando que me estaban tomando la denuncia, ahora no sé si la persona esa estaba jugando en la computadora o que hacía” recriminó angustiada la mujer. 

Casos como el que le ocurrió a Veronica no son nuevos. Hace un tiempo atrás,  una abuela denunció el no cumplimiento de la visita del padre de su nieta en la misma comisaría, pero se enteró que la habían perdido cuando su abogado defensor le pidió que busque una copia de la denuncia a la comisaría de Familia,  donde le dijeron que no estaba. También se les "había perdido". 

Luego de estas irregularidades, Veronica, decidió iniciar una campaña  de juntas de firmas para que intervengan desde nación en el hecho que aqueja a su pequeño. Para ello, escribió junto a otros padres una nota que elevararán al Ministerio de educación de la nación y Secretaria nacional de niñez, adolescencia y familia. En uno de los parrafos de esa nota los padres señalan: 

"En tierra del fuego todos los responsable de velar por la salud psicofísica y mental de nuestro bien más preciado y vulnerable, se lavan las manos, se hacen los desentendidos o distraídos, se dicen sobrepasados…. Infringen una y otra vez la ley nacional 26061 de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes, promulgada en octubre de 2005".