INTERES GENERAL
Tiroteo en Texas: 19 niños entre los muertos en ataque a escuela primaria
Diecinueve niños pequeños y dos adultos han muerto en un tiroteo en una escuela primaria en el sur de Texas.
El hombre armado abrió fuego en la escuela primaria Robb, que enseña a niños de siete a 10 años, en la ciudad de Uvalde antes de que la policía lo matara, dijeron las autoridades.
El sospechoso de 18 años tenía una pistola, un rifle semiautomático AR-15 y cargadores de alta capacidad, dicen los investigadores.
Se sospecha que el adolescente le disparó a su abuela antes del alboroto.
Los medios locales informan que pudo haber sido un estudiante de secundaria en el área.
El jefe de policía del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde, Pete Arredondo, dijo que el tiroteo comenzó a las 11:32 hora local del martes y que los investigadores creen que el atacante "actuó solo durante este crimen atroz".
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo que el tirador, a quien nombró como Salvador Ramos, abandonó un vehículo antes de ingresar a la escuela para abrir fuego "horriblemente, incomprensiblemente".
Varios de los niños que fallecieron han sido identificados.
Familiares confirmaron la muerte de Xavier López y Amerie Jo Garza, de 10 años, en declaraciones la noche del martes.
Ángel Garza dijo en Facebook que su hija Amerie había sido asesinada.
"Mi pequeño amor ahora está volando alto con los ángeles de arriba. Por favor, no des por sentado un segundo. Abraza a tu familia. Diles que los amas", dijo.
Los dos adultos que murieron eran maestros: Irma García y Eva Mireles.
Según el sitio web del distrito escolar, la Sra. García es madre de cuatro hijos y ha sido maestra durante 23 años. El mismo sitio web dice que la Sra. Mireles había sido maestra durante 17 años, tiene una hija en la universidad y le encantaba correr y caminar.
Cerca de 500 alumnos están matriculados en la escuela predominantemente hispana a unas 85 millas (135 km) al oeste de la ciudad de San Antonio.
La agencia de noticias Associated Press informa que un oficial de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. que estaba cerca cuando comenzó el tiroteo ingresó a la escuela y disparó y mató al hombre armado, que estaba detrás de una barricada.
La Patrulla Fronteriza es una agencia federal que protege los puertos de entrada de los Estados Unidos. Uvalde, que está a menos de 80 millas de la frontera con México, alberga una estación de la Patrulla Fronteriza.
Según los informes, dos agentes fronterizos recibieron disparos en un intercambio con el pistolero. Un agente recibió un disparo en la cabeza, dicen las autoridades, y agregaron que ambos se encuentran ahora en condición estable en el hospital.
Según CBS News, el atacante llevaba puesto un chaleco antibalas mientras realizaba el ataque. Otro joven de 18 años del que se sospecha que atacó una tienda de comestibles en Buffalo, Nueva York, el 14 de mayo, también llevaba un chaleco antibalas y un rifle semiautomático, ambos disponibles comercialmente en EE. UU.
El Hospital Uvalde Memorial publicó en Facebook anteriormente que 13 niños habían sido llevados al hospital "en ambulancias o autobuses".
Una mujer de 66 años y una niña de 10 años se encontraban en estado crítico en un hospital de San Antonio, dijeron funcionarios del hospital University Health.
Esta es una tragedia profundamente impactante, pero en Estados Unidos también es deprimentemente familiar. El dolor y la simpatía que se expresan en todo el país son genuinos. Pero nadie está realmente sorprendido de que esto pueda suceder.
Ya ha habido 27 tiroteos en escuelas solo este año. Los niños pequeños en edad escolar ensayan rutinariamente qué hacer si un pistolero entra en su salón de clases.
Hace solo 10 días que diez personas murieron en un tiroteo masivo en Nueva York.
Los políticos reconocen que este es un problema casi exclusivo de Estados Unidos, donde las armas han superado a los accidentes automovilísticos como la principal causa de muerte de niños y adolescentes. Pero es un problema que la política parece incapaz de resolver. Los puntos de vista profundamente arraigados sobre el control de armas no cambian en respuesta a eventos como la tragedia en Uvalde.
"¿Por qué seguimos dejando que esto suceda?" preguntó el presidente Biden. "¿Por qué estamos dispuestos a vivir con esta carnicería?"
Pero no hay señales de que los demócratas estén más cerca de aprobar una legislación más estricta para el control de armas. Algunos republicanos ya los están acusando de utilizar este último tiroteo en una escuela para promover cínicamente sus propios objetivos políticos.
La escuela primaria Robb se unirá a la lista de tiroteos escolares junto con Sandy Hook y el tiroteo de Parkland. El asesinato de escolares inocentes ha reavivado el debate sobre las armas en Estados Unidos, pero no lo ha acercado más a una resolución.
Al caer la tarde, la policía permanecía afuera del centro comunitario en Uvalde desafiando una intensa tormenta.
Más temprano, se escuchaban llantos y sollozos desde el exterior cuando los familiares allí reunidos recibieron la devastadora noticia de que sus hijos habían sido asesinados.
A otros se les pidió que dieran muestras de ADN para ayudar a identificar a algunas de las jóvenes víctimas.
A pocas cuadras de la escuela primaria Robb, se realizó una pequeña vigilia por las víctimas y sobrevivientes del ataque.
La voz de Karla Bowman se quebró cuando le contó al grupo sobre una amiga de la familia cuya hija pequeña, una estudiante de la escuela, se encontraba entre los que aún no se encuentran.
“No saben si está en cirugía o es una de las muertes, pero saben que es una víctima de algún tipo porque está desaparecida”, dijo Bowman llorando. "No puedo creer esto".
Cheryl Juhasz, residente de toda la vida de Uvalde, lloró en silencio durante la oración.
"No puedes comprender el mal como este. No importa dónde suceda, pero es más difícil cuando sucede en casa".
El superintendente del distrito escolar, Hal Harrell, dijo que el año escolar había terminado temprano a raíz del tiroteo.
