El gobernador de la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, Jorge Flies, propuso la construcción de un túnel submarino que atraviese el Estrecho de Magallanes, con el objetivo de reemplazar el actual servicio de barcazas que cubre el trayecto de 3,7 kilómetros entre el continente y la isla de Tierra del Fuego.

“La construcción del túnel submarino sería una solución definitiva a las limitaciones del sistema de transporte actual, que se ve afectado en ocasiones por condiciones climáticas adversas que impiden la continuidad del servicio y afectan la seguridad de los viajes. La nueva infraestructura mejoraría la conectividad de esta zona estratégica, beneficiando tanto a Chile como a Argentina, y se espera que impulse el comercio internacional y el turismo” – argumentó el mandatario sobre una obra que implicaría para su país una inversión de mil quinientos millones de dólares.

Es importante mencionar que este tipo de proyectos no es nuevo en el mundo. Un antecedente relevante es el Túnel de la Mancha, que conecta el Reino Unido con Francia bajo el Canal de la Mancha, y que se completó en 1994. Con una longitud de 50,5 kilómetros, es uno de los túneles submarinos más largos del mundo y ha demostrado la viabilidad de este tipo de infraestructura para conectar regiones de manera rápida y segura. En Asia, el Túnel Seikan en Japón, que cruza debajo del mar de Tsugaru, es otro ejemplo de éxito en la construcción de túneles submarinos, que ha servido de inspiración para el proyecto ahora impulsado por el funcionario chileno y que tiene como escenario al Estrecho de Magallanes.

El proyecto requeriría una inversión binacional, con la participación del sector privado. Además, sería necesario adaptar las vías de acceso en ambos extremos del túnel para conectar con la infraestructura existente. La construcción también implicaría la interrupción temporal de las operaciones de las barcazas en la zona de Primera Angostura, debido a las obras de construcción del túnel, lo que significaría un problema serio para los isleños fueguinos.

Flies informó también que el costo inicial del proyecto, que incluye estudios de factibilidad, se estima en 100 millones de dólares. Esos estudios son clave para determinar si la inversión puede llevarse a cabo de manera sostenible y eficiente.