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La Contratapa TDF » Río Grande » 19 sep 2019

SOCIALES

BUSCABA TRABAJO: “AUNQUE SEA DEME UN SANGUCHE, ASÍ COMEN  MIS HIJOS”

La dura situación que vivió un humilde trabajador gastronómico que lo conmovió.


Cada vez más los vecinos de la ciudad se ven afectados y son víctimas de la cruda realidad económica que golpea sin piedad sus puertas, al punto de llegar a pedir trabajo “por un sanguche”, para poder “cortarlo en cuatro” y dárselo a sus hijos.

Así lo reveló Paco, el dueño de la rotisería “Super Lomito” de Alberdi al 600 que hace unos días atrás vivió una situación con una persona que se acercó al local a pedir trabajo: “me hizo llorar hermano. No pude contener las lagrimas” dijo.

Con un aire de bonachón, curtido por las extensas horas de trabajo que demanda atender una rotisería; Paco, un humilde laburante de unos 60 años aproximadamente relató una experiencia que le tocó vivir hace unos días atrás. La situación fue tan dura que lo conmovió hasta las lágrimas.

“Estaba atendiendo cuando entró un hombre de unos 50 años, y me preguntó sí le podía dar una mano, necesitaba trabajo”, recordó Paco mientras preparaba unas empanadas para llevar.

 “Yo no tengo para darle trabajo a nadie. Tuve dos empleados, pero la cosa esta tan dura que le tuve que decir que no vengan más. Estoy en la lona, hasta me cuesta llegar a pagar el alquiler. El otro día tuve que pedir una prorroga en la cooperativa porque no podía pagar la luz” relataba el hombre con impotencia por la situación económica que se está viviendo.

En medio de este cuadro, Paco continuó con el relato que lo conmovió “imagínate hermanito, y entra este hombre, y me dice si puedo darle trabajo, que no importa la plata, que aunque sea le dé un sanguche para que lo corte en cuatro así por lo menos tiene algo para darle de comer a sus hijos”. “Uno grande se arregla a mates, pero si tu hijo te pide de comer y no tenes que darle no sabes que hacer, es desesperante me decía el hombre”.  

“No pude, se me llenaron los ojos de lágrimas. Me puse a llorar. No pude contenerme, una cosa es que te lo cuente, pero otra es escuchar la desesperación de ese hombre, solo quería comida para sus hijos a cambio de trabajo. Me mató” relató Paco, notablemente conmovido por el recuerdo que le volvió a pegar duro en el medio pecho.

“Me dolió mas a mí que a él decirle que no podía darle trabajo” señaló, al mismo tiempo agregó “ojala que haya podido conseguir algo. Porque no vino más, no lo vi más”.

“Después, vino una mujer de acá, (señalando al museo que esta a media cuadra) y me vio que estaba así viste, (haciendo referencia a las lagrimas) le conté y me dejó su número para que cuando llegue alguien en esa situación le avise. A esa gente hay que ayudarla, llámeme, me dijo la mujer,  pero no lo vi más” lamentó el rotisero.

Si bien no lo reveló, por su humilde forma de ser,  seguro le brindó una ayuda al desesperado hombre. Finalmente Paco concluyó  deseando que las cosas mejoren y que él  hombre haya podido encontrado algún trabajo para ayudar a su familia.

 

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