Ayer por la noche un incendio de proporciones se desató en inmediaciones del Pasaje Namuncurá al 300 de la ciudad y que arrojó como consecuencia la pérdida de 8 viviendas tipo casilla, de material ligero, dejado a sus moradores, cerca de 10 familias,  con lo puesto y en la calle.

Golpeados no solo por este lamentable hecho, sino también por la pandemia que ya le arrebató al vida a algunos vecinos, el pueblo riograndense mostró una vez mas de que está hecho.

Rápidamente,  sin esperar soluciones de parte de nadie, los mismos vecinos comenzaron a organizarse y de manera  increíble, y en menos de 24 horas, llenaron un salón entero de un quincho con donaciones para las familias afectadas.

Una vez más, ese espíritu colaborativo y de solidaridad fue el protagonista de la jornada, que a pesar de haber golpeado fuerte con los incendios y la ola de contagios, no logró derribar la fuerza de voluntad que siempre caracterizó a los fueguinos.

 Cada uno desde su lugar fue sumando voluntades, ya sea los taxistas de ATURG quienes emitieron un comunicado para llevar de manera gratuita a las personas que deseaban donar algo, o las entidades de Gobierno Y Municipal que hicieron lo propio con donaciones, como era de esperar, hasta el que acomodaba las cosas y las clasificaba, cada uno contribuyó con lo suyo.

El pueblo todo, dejo de lado sus mezquindades  e individualismo,  y  sin dudarlo se desprendió de sus pertenencias para donarlas a ese vecino que la necesitaba, y en el lapso de una horas reunió camas, colchones, frazadas, muebles, abrigos, alimentos, y todo tipo de indumentaria para quienes más lo necesitaban.

Es el deseo de este medio que este espíritu que nos unió para ayudar a estas familias no se desvanezca y sea el motor para que todos podamos salir igualmente de esta pandemia que nos aqueja, edificados, con empatía, solidaridad y ayuda mutua hacia todos nuestros vecinos.